viernes, 6 de abril de 2007

Uno de los últimos trovadores

La historia de la música popular americana. Bonita historia, plagada de gente que con una guitarra a cuestas y unos versos en la boca ha sido capaz de hurgar en sus heridas, las propias y las recibidas.

Por estas aguas nadan habitualmente muchos de esos trovadores, que a pesar de los lugares comunes que habitan, siempre son capaces de escupir ácido a unos ojos cegados por algo más que unas simples cataratas. Son gente solitaria y solidaria, aves raras que pican en todos los palos musicales que encuentran en su vagabundeo. (...)


Ry Cooder es una ave rarísima entre esas aves raras. Un guitarrista elegante y con un monumental conocimiento musical. Detallar la nómina de gente con la que ha colaborado resultaría tedioso en extensión y excelso en sustancia: Arlo Guthrie, Captain Beefheart, Clarence Gatemouth Brown, Eric Clapton, Flaco Jiménez, John Hiatt, Johnny Cash, Neil Young, Nick Lowe, Rolling Stones, Taj Mahal, Warren Zevon. Mejor parar.

Ry Cooder es un ave rara. Autor de discos tan esenciales como Paradise and lunch. Compositor de bandas sonoras tan magnéticas como París, Texas. Productor y director de obras tan inmensas como Buena Vista Social Club.

Hace dos años rompió el silencio que en discos de su autoría duraba desde 1987. Y con Chavez Ravine alzaba un grito por la dignidad de un barrio que luchaba contra la especulación inmobiliaria, un grupo de desclasados, obreros e inmigrantes que hacían frente al oropel capitalista de Los Angeles. Perdieron, por supuesto.

Estos días nos entrega una fábula musicada que anclada en el pasado derrama alcohol sobre la conciencia más pacata de esa América beata, obesa, obsesa, conservadora y reaccionaria, que aunque siempre ha estado ahí (no siempre agazapada), ha vendido definitivamente su alma a la muerte.

My name is Buddy cuenta las aventuras de un gato vagabundo, rojo de pelo y de ideas, que entre huelguistas, obreros, sindicatos, camioneros, seres que enfrentan la pobreza, recorre la enorme sima de la Gran Depresión de los años 30.
Hay blues, folk, polkas, tex-mex, corridos, rock, gospel, country, hay diatribas, discursos, hay alma y gritos, hay toda una historia de lo que fue y ya no es.

Ry Cooder es un ave rara. Uno de los últimos trovadores, cantor y rojo.
Son sólo acordes, pero encierran verdad.


Suena la corriente: "Three Chords and The Truth" - Ry Cooder